Un estudio científico revela patrones universales de sensaciones corporales asociadas a nuestras emociones
¿Alguna vez has sentido «mariposas en el estómago» cuando estás nervioso o un «peso en el pecho» cuando estás triste? Estas expresiones cotidianas podrían tener una base científica más profunda de lo que imaginamos.
Un fascinante estudio publicado en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) titulado «Bodily maps of emotions» ha demostrado que nuestras emociones están asociadas a sensaciones corporales específicas, creando verdaderos «mapas» en nuestro cuerpo.
Metodología innovadora: mapeo térmico de sensaciones corporales
Los investigadores liderados por Lauri Nummenmaa, Enrico Glerean, Riitta Hari y Jari K. Hietanen desarrollaron un método innovador denominado «emBODY» para visualizar cómo experimentamos físicamente las emociones.
Este método permitió a los participantes colorear áreas de siluetas humanas utilizando un sistema similar a la termografía, donde:
- Colores cálidos (rojo, naranja, amarillo) representaban áreas de mayor activación
- Colores fríos (azul, violeta) representaban áreas de menor activación o desactivación
Estas representaciones térmicas permitieron crear mapas de calor estadísticamente significativos que mostraban patrones característicos para cada emoción. Este enfoque termográfico visual resultó crucial para identificar y validar los patrones emocionales específicos.
Resultados sorprendentes
En cinco experimentos con 701 participantes de diferentes culturas (finlandesa, sueca y taiwanesa), los investigadores encontraron:
- Cada emoción produjo un patrón termográfico distintivo de sensaciones corporales
- Estos patrones fueron estadísticamente separables entre diferentes emociones
- Los mapas térmicos fueron consistentes entre culturas, sugiriendo una base biológica universal
Patrones térmicos específicos por emoción
El estudio reveló patrones termográficos claros para cada emoción:
- Felicidad: Activación térmica intensa en todo el cuerpo
- Ira: Calor concentrado en la parte superior del cuerpo, especialmente brazos y pecho
- Miedo: Similar a la ira, con activación en pecho y preparación para acción
- Tristeza: Zonas frías (desactivación) en extremidades y calor moderado en la zona del pecho
- Asco: Calor concentrado en el sistema digestivo y la garganta
- Todas las emociones básicas: Mayor actividad térmica en la zona del pecho (relacionada con cambios en respiración y ritmo cardíaco) y cabeza

Puedes consultar el estudio completo con las imágenes termográficas en: https://www.pnas.org/content/111/2/646
Conclusiones y relevancia científica
Los investigadores proponen que las emociones están representadas en el sistema somatosensorial como mapas corporales universales. La percepción de estos cambios corporales podría desempeñar un papel clave en generar experiencias emocionales conscientes.
Como escriben los autores: «Las emociones se sienten a menudo en el cuerpo y se ha propuesto que la retroalimentación somatosensorial desencadena experiencias emocionales conscientes».
Estos hallazgos termográficos podrían proporcionar nuevas perspectivas para comprender trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad e incluso ofrecer biomarcadores para dichos trastornos.
El masaje terapéutico como respuesta a los patrones emocionales corporales
Como explico en mi blog «Mi Camino en las Terapias Complementarias», tras 24 años de experiencia profesional he observado cómo las emociones se manifiestan en nuestro cuerpo físico de formas tangibles. Este estudio científico confirma lo que he visto en mi práctica: existe una conexión biológica real entre lo que sentimos y cómo lo experimentamos corporalmente.
Cuando experimentamos una emoción intensa, nuestro cuerpo desencadena una cascada hormonal y neurológica increíblemente sofisticada. Como señala Elizabeth Andrews (1992) en su libro «Masaje y Tratamiento Muscular», «Hay más de cincuenta razones por las cuales los músculos se vuelven ‘débiles’. Pueden dividirse a grandes rasgos en tres grupos de causas: mentales, físicas y químicas» (p. 10).
Según el libro «El Libro del Masaje» de Lucinda Lidell, el masaje trasciende la concepción de un mero tratamiento físico, impactando en los aspectos emocionales, mentales y energéticos del ser humano y promoviendo un estado de equilibrio integral.
El masaje como herramienta terapéutica
El masaje terapéutico puede ser particularmente beneficioso para trabajar estos «mapas emocionales» corporales:
- Libera tensiones musculares acumuladas en zonas específicas asociadas con patrones emocionales
- Mejora la circulación en áreas afectadas por la «desactivación» emocional
- Estimula el sistema nervioso parasimpático, facilitando la relajación y reduciendo la respuesta al estrés
Como señalé en mi entrada «La conexión mente-cuerpo», estos «archivos emocionales» en los músculos que no procesamos dejan una marca física. El enojo puede acumularse en los hombros, generando rigidez. La tristeza profunda puede manifestarse como pesadez en el pecho. El miedo crónico puede crear patrones de tensión en la espalda baja.
Mi enfoque terapéutico
En mi práctica, considero tanto los aspectos físicos como los emocionales de cada persona, ofreciendo un tratamiento personalizado que responde a necesidades específicas. Como menciono en mi blog, «no existe un enfoque único que funcione para todos y cada persona es un universo con necesidades específicas».
Si estás experimentando tensiones físicas que podrían estar relacionadas con patrones emocionales o simplemente buscas un estado de mayor bienestar, el masaje terapéutico puede ser una excelente opción para ti.
Referencias:
- Nummenmaa, L., Glerean, E., Hari, R., & Hietanen, J. K. (2014). Bodily maps of emotions. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(2), 646-651.
- Andrews, E. (1992). Masaje y Tratamiento Muscular. Editorial Hispano Europea, S.A.
- Lidell, L. (2001). El Libro del Masaje. Manual de las Técnicas de Oriente y de Occidente.
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